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Jóvenes de Fé - carta para santa
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Carta para Santa
Poco antes de Navidad, caminaba por los pasillos de la escuela donde estudia mi hija, mirando los dibujos y trabajos de arte de las diferentes clases, cuando llegué a una pizarra que exponía diferentes cartas dirigidas a Santa. Luego de los pedidos de los últimos vídeojuegos, de las muñecas Barbie y los juegos más fantásticos de Lego, se encontraba una carta que cautivó mi corazón. Decía así:
Querido Santa,
Te escribo para pedirte algo que no se puede comprar con dinero.
Todo lo que deseo es que mi hermano me ame y sea bueno conmigo.
Sinceramente, Robin
Pensé: “¡Pobre niña! Si solamente su hermano supiera cuánto lo ama y desea su atención!” ¿Qué debería hacer su hermano si supiera que sus acciones hieren a su hermanita?
A menudo, en nuestras actividades del día a día decimos palabras descuidadas o cometemos acciones desconsideradas contra los miembros de nuestra familia, nuestros vecinos o nuestros amigos. La Biblia nos recuerda: “Ámense los unos a los otros con amor fraternal, respetándose y honrándose mutuamente” (Romanos 12:10).
¿Con qué frecuencia usted se ha permitido criticar a una persona sin tener consideración de sus sentimientos, o se ha reído de alguien que se equivoca? ¿Cuán seguido se ha olvidado usted de ayudar a su vecino en momentos de tristeza o enfermedad? ¿Con qué frecuencia ha mostrado indiferencia a los apuros que está enfrentando su hermano?
Jesús Simplemente Amaba a las Personas
Durante Su ministerio en esta tierra Jesús nos demostró en repetidas ocasiones cómo debíamos amar a los demás. Él no menospreció a quienes eran diferentes. Jesús no condenó a los que cometían errores. Simplemente, los amó.
¿Existe alguna persona en su vida que quizás escriba una carta similar a la del pizarrón acerca de usted? No existen garantías en esta vida que eso sucederá mañana. No tenemos la certeza de que mañana se nos dará la oportunidad de compensar los errores que hoy cometemos.
Cada día dedique tiempo para asegurarse de que aquellos a quienes usted ama, son amados y apreciados. Si usted ha cometido una injusticia contra su hermano o hermana (vecino o amigo), pídales perdón y haga lo que sea para remediar sus errores.
La Biblia nuevamente nos recuerda: “Si se enojan, no pequen. No dejen que el sol se ponga estando aún enojados” (Efesios 4:26). Y recuerde la Regla de Oro: “No hagas a los demás lo que no quieres que te hagan a ti.” |
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