Gracias Señor, porque hoy tu me enseñaste en tu palabra de que no soy de este mundo; de que a pesar de que estoy en el no pertenezco a el. Al yo conocerte a ti Señor Jesús y al aceptarte como mi amo y señor de mi vida desde ese momento deje de pertenecer a este mundo. Porque a través de ti ahora conozco al Padre todo poderoso y a su palabra que da vida al muerto de pecado. Esa palabra poderosa que levanta al caído, esa palabra que trae luz en la oscuridad. Esa palabra que rompe todas las cadenas que nos atan.
Al conocer al Padre y al hijo también conocemos al consolador que Dios lo envió para que nos consolara. Para que nos ayudara a reconocer nuestras faltas y así poder arrepentirnos de nuestros pecados. Gracias padre por tu consolador que en estos momentos esta conmigo ahora mismo. Para alentarme,
Consolarme, guiarme y para dejarme saber y convencerme de que ya no soy de este mundo. Que asombroso es saber de que no soy de este mundo de que pertenezco a la patria celestial. De donde vino nuestro Señor Jesús. Ahora talvez estamos tristes por todas las aflicciones de este mundo de pecado y de perdición.
Pero no te entristezcas porque Jesús nos aseguro que el viene pronto. El nos dijo: " un poco después volverán a verme. " Cuando volvamos haber a Jesús nos vamos alegrar y esa alegría nadie nos la va a quitar. El nos asegura eso porque ya no somos de este mundo. Le pertenecemos a el y como el nos entrego su palabra de verdad y de salvación, y a nosotros aceptar su palabra y su verdad y creemos en el Padre, en el Hijo y en el Espíritu Santo ya no somos de este mundo. Jesus mismo lo dijo en su palabra en Juan 17:14-19
14- " Yo les he entregado tu palabra, y el mundo los ha odiado porque no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo.
15- No te pido que los quites del mundo, sino que los protejas del maligno.
16- Ellos no son del mundo, como tampoco lo soy yo.
17- Santifícalos en la verdad, tu palabra es la verdad.
18- Como tú me enviaste al mundo, yo los envió también al mundo.
19- Y por ellos me santifico a mi mismo, para que también ellos sean santificados en la verdad."
Y ahora yo estando en estas montanas de Afganistán miro al cielo y miro al mundo y grito y le pido a Dios que me lleve al cielo con el, junto con mi esposa y mis hijos, mí familia, mis hermanos de la iglesia y con todo aquel que cree en el. Vuelvo y miro al cielo y levanto mis manos y grito ven Señor Jesús y llévanos a morar contigo.
De sus amigos JANG...