Entrega tus planes a Dios, si El tiene tus planes, tú lo tienes todo.

Esta semana una mujer en Inglaterra quedó aterrorizada por un hecho que sucedió nada más ni nada menos, que en su propio baño.  Cuando ella menos lo esperó, una rata salió del inodoro y comenzó a morderle las piernas.

Si ya lo sé, no es muy alentador comenzar la semana de esta manera.  Pero déjame decirte que después de escuchar las noticias recordé que el enemigo puede estar donde menos te lo esperas.

No hay nada mejor que comenzar un día con deseos de victoria.  Para un hijo de Dios la victoria comienza cuando logras iniciar el día conversando con El, leyendo su palabra y rindiendo a sus pies todo lo que eres.  Es una manera de estirarte por la mañana y conectarte con tu creador.

Las bandas elásticas, las puedes comprar de diferentes tamaños y colores, pero todas contienen el mismo principio; hay que estirarlas para que sirvan.   La victoria, no es un hecho aislado, es un proceso continuo, es un recorrido hacia Dios.   Es en ese caminar hacia El toda tu vida que descubres y disfrutas el sabor de la victoria y la paz en el corazón.

El único que pudiera sorprenderte y paralizarte en el camino, es el enemigo.  Un perdedor que se disfraza de desánimo y de palabras muertas.  Que intenta sorprenderte cuando menos lo esperas.  Es simplemente un perdedor!

No te dignes ni siquiera a mirarlo. La mejor manera de ignorarlo es estirarte cada mañana para encontrarte con Dios.  Así le vas a demostrar a él y a los que lo acompañan, que tú estás hecho de otro tipo de fibra y material.  Que no se meta contigo!  Tienes la estirpe de un ganador por que cada mañana te estiras para abrazar al Señor.  Para rendir tus planes y todo lo que tienes a sus pies.

El corazón del hombre traza su rumbo, pero sus pasos los dirige el Señor. Proverbios 16:9