“Fe es la garantía de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve”
Hebreos 11:1  

          Un famoso Resort para escalar en los Alpes Suizos, se enfoca en atraer a negocios que motivan a sus empleados a escalar la montaña juntos. La meta es construir camaradería y enseñar trabajo en equipo. Aunque es aproximadamente un viaje de 8 horas hasta la cima, cualquier persona que tenga la habilidad de caminar normalmente puede ascender hasta la cima. Cada mañana, los escaladores se reúnen en la base de la montaña para una plática de preparación antes de comenzar a escalar. Usualmente, el grupo esta tan emocionado que casi no pueden esperar para comenzar a escalar, tomarse fotos en grupo y celebrar su victoria.

          Ellos escalan por muchas horas antes de tomar su descanso. Aproximadamente a mitad del camino hay un pequeño restaurante alpino. Casi al medio día, los cansados escaladores llegan al restaurante, se quitan su equipo de escalar y se arrejuntan cerca de la chimenea mientras toman una taza de café o chocolate caliente y comen su almuerzo. Con la vista de la montaña por la ventana, los escaladores disfrutan la vista calida y pintoresca.

          Interesantemente, después de que están satisfechos y cómodos, menos de la mitad de los escaladores decide continuar escalando hasta la cima de la montaña. No es porque no puedan; no es porque la escalada es muy difícil. La razón por la cual no continúan es simplemente porque están satisfechos ahí donde están. Pierden la motivación de acelerar, de explorar nuevos horizontes, de experimentar nuevas vistas que nunca ni siquiera habían imaginado posibles. Han probado un poco de éxito, y piensan: esto es suficiente.

          Muchas veces nosotros hacemos algo similar. Tenemos la meta de dejar un mal hábito, bajar de peso, o pagar nuestras deudas. Al principio estamos tan emocionados que nos lanzamos tras nuestra meta. Pero con el paso del tiempo, nos volvemos flojos y complacientes. Quizás vemos un poco de progreso, pero luego nos conformamos justo donde estamos. Y donde estamos puede que no sea un mal lugar, pero no es donde deberíamos estar. No estamos ejercitando nuestra fe. No estamos persiguiendo la excelencia que Dios ha puesto en nuestros corazones.

          Una vez alguien me dijo:”Bueno, yo estoy progresando muy bien; solía fumar dos paquetes de cigarrillos al día, y ahora solo fumo uno.” Otra persona dijo: “Solía pesar 50 libras de mas, pero acabo de perder 10 libras recientemente”.

          “Estoy feliz por ustedes,” les dije. “Es un buen comienzo, y tomo un esfuerzo grande para llegar a donde han llegado. Pero no se sientan cómodos ahí. No se sientan satisfechos con un poquito de progreso. Comiencen a creer en que hay mas progreso posible y presionen para ser los mejores.”

          Quizás tu tienes tu propio negocio y has experimentado un poco de éxito. Últimamente, sin embargo, quizás has estado pensando que ya has alcanzado tu limite. No estas ejerciendo tu fe. No estas creyendo que un incremento en tu ganancia o en clientes es posible. No, no te detengas a medio camino; sigue adelante hasta la cima de la montaña. Cree que Dios tiene mucho mas para ti.

          Atrévete a salirte de tu “zona segura”. Dios tiene tanto mas para ti. Sigue adelante y sigue creyendo. No toma mas esfuerzo el creer y permanecer lleno de fe que lo que toma desarrollar una actitud negativa y de derrota. Levántate cada día y di, “este va a ser un excelente día! Yo creo que mis sueños se están realizando. Dios tiene grandes cosas guardadas para mi.” Cuando tú tienes esa clase de actitud, estas permitiendo que el poder sobrenatural de Dios se derrame en tu vida, y pronto, comenzaras a experimentar más de las bendiciones de Dios.

          Pero no sucede fácilmente. La gente que ve sus sueños hechos realidad son la gente que tiene fuerza de voluntad y decisión; gente que no se conforma con quedarse a medias. En el Antiguo Testamento, Abraham es uno de los héroes de fe, un hombre con quien Dios estableció un pacto que aun impacta el mundo hoy. Irónicamente, muchos años antes, el padre de Abraham, había esperado mudarse al lugar donde Dios después guió a Abraham. La Escritura dice: “El padre de Abraham dejo ir y salió rumbo a Canaan” (Génesis 11:31). Ahora, Canaan era la tierra prometida, y Tera intentaba guiar a su familia a esta tierra de abundancia. Pero la Escritura revela que Tera “paro en medio del camino y se estableció en Harán” (Génesis 11:31). Porque se estableció ahí?

          No hay duda de que era difícil viajar con sus rebaños familia y posesiones. Puedes imaginarte lo estresante que eso era, sin mencionar el gran dolor de cabeza que mudarse significaba en esos tiempos. Finalmente Tera dijo, “no puedo seguir mas. Yo se que esta no es la tierra prometida, pero establezcámonos aquí; es suficientemente bueno. Por lo menos aquí podemos sobrevivir”.

          Me pregunto cuantas veces nosotros hacemos lo mismo. Tenemos un gran sueño en nuestros corazones- vamos a ser exitosos en nuestra carrera, ser exitosos como padres, ser exitosos en nuestra vida espiritual. Comenzamos, pero las cosas comienzan a ponerse difíciles, y lograr nuestra meta no sucede tan rápido como esperábamos. Quizás, similar al padre de Abraham, decimos, “vamos a quedarnos aquí mejor. No es lo que realmente quería, pero no esta mal”.

          No caigas en esa trampa. Tú estas hecho para más que “suficiente”. Mírate al espejo y di, “No me voy a conformar con la mediocridad. Las cosas puede que sean difíciles, y quizás nada esta saliendo como yo quisiera en este momento, pero voy a seguir creyendo en Dios. Voy a confiar en que Dios me esta ayudando a expandir mis horizontes y a creer en lo que El tiene guardado para mi. Voy a llegar hasta la tierra prometida.”

          Quizás como el padre de Abraham, tu ya te conformaste a medio camino y estas cómodo ahí donde estas. Te desafió a que empaques tus cosas y comiences a moverte hacia adelante. Engrandece tu visión! Quizás te has retrasado, pero esta bien; puedes comenzar otra vez este mismo día. Simplemente necesitas concentrarte en tu meta, marcar tu rumbo y tener la actitud, no me voy a conformar con un poquito de amor y gozo, un poquito de paz y felicidad. No, Voy a alcanzar todo mi potencial en Dios. Voy a comenzar a vivir mi mejor vida ahora!

Oración para hoy

Padre, estoy emocionado de comenzar este nuevo viaje de fe contigo. Por favor ayúdame a desarrollar una visión fresca para mi vida, a creer en Ti y en mejores días por venir. Y a saber que tú vas a expandir mis horizontes constantemente mientras yo confío en que tú harás mas en mi vida.

COMENTARIO

Me parece muy interesante como la mayoría de nosotros encuentra mil excusas para no seguir adelante, para no alcanzar nuestras metas. “es muy difícil; no tengo dinero; no soy lo atractivo suficiente; no tengo suficiente tiempo; tengo miedo… en fin, la lista es grande. Y lo mas interesante es que como Cristianos, olvidamos que somos hijos de un Dios TODOPODEROSO y eso significa que el lo puede todo. Se nos olvida, cierto? O quizás si crees en que Dios lo puede todo, pero te frustras cuando te das cuenta que Dios no te va a regalar nada… que tu tienes que luchar por tus sueños y creer en que el te dará las fuerzas y los recursos a Su tiempo.

Las grandes personas de éxito a través de la historia no alcanzaron el éxito de la noche a la mañana… no tenían a su disposición todos los recursos que necesitaban… muchos de ellos eran pobres y con muchos problemas encima. Lo que hizo la diferencia en sus vidas fue la actitud positiva y su fuerte convicción de que todo es posible si te lo propones. Muchos de ellos ni siquiera eran Cristianos, pero tenían fe en ellos mismos y lograron sus metas. Cuanto mas nosotros que tenemos a Dios de nuestro lado!

Deja de poner excusas y comienza a creer en lo imposible!

          Quizás me puedes decir que tu creíste y nada ha pasado… que no es eso precisamente la fe? Creer en lo que no se ve?? No dejes de creer, cuando dejas de creer, matas la posibilidad de que Dios haga grandes cosas en tu vida.